Si eres de los que al comer añade sal antes de probar el alimento, ¡cuidado!, podrías estar dañando tu corazón. En la literatura científica se ha documentado que la mayor parte de la población adulta consume entre 8 y 15 gramos de sal al día, cuando la recomendación de consumo es inferior a 5 gramos según la Organización Mundial para la Salud (OMS). (1)
¿Entonces se debe eliminar la sal de nuestra dieta?
La sal es necesaria en pequeñas cantidades para el funcionamiento adecuado del cuerpo, pero el exceso puede llevar a problemas graves como hipertensión y enfermedades cardíacas. El sodio es el agente encargado de retener el agua en el organismo, su consumo excesivo aumenta la cantidad de los fluidos orgánicos como la sangre, y provoca que a mayor cantidad de sangre haya mayor presión del sistema circulatorio y puede hacer más difícil que los riñones eliminen el líquido que se acumula en el cuerpo. (2,4)
¿Cómo afecta el exceso de consumo de sal al corazón?
El alto consumo de sodio induce a un incremento de la presión arterial, que provoca alteraciones adversas en los llamados órganos diana: el cerebro, el corazón, los riñones, la vasculatura, la piel y hueso. (1)
Actualmente, algunos estudios sugieren que entre el 30 a 35% de los pacientes hipertensos tienen mayores afectaciones con el consumo de sal y se ha encontrado que esto les provoca un aumento de la masa del ventrículo izquierdo del corazón, engrosamiento y rigidez en los vasos, así como un estrechamiento en las arterias que promueven la agregación plaquetaria derivando en mayor riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad coronaria. (2, 4)
¿Qué recomiendan las instituciones de la salud para reducir el consumo de sal?
Para disminuir los riesgos asociados por el consumo excesivo de sodio, la Organización Mundial para la Salud ha realizado algunas recomendaciones: para los adultos, la recomendación es el consumo de hasta 5 gramos de sal al día para reducir la presión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular y enfermedad coronaria. En el caso de los niños, de 2 a 15 años, se recomienda ajustar la dosis del adulto a la baja en función de sus necesidades energéticas. (4)
El sodio se encuentra de manera natural en muchos alimentos, como la leche, la carne y los mariscos. Asimismo, está presente en alimentos procesados como pan, carne, condimentos como la soya, la salsa de pescado y refrigerios, por lo que la recomendación de la OMS es consumir alimentos frescos para reducir el consumo excesivo de sal. (4)
Información validada por el Dr. José Luis Briseño de la Cruz, médico cardiólogo de la Unidad de Cuidados Coronarios / Instituto Nacional de Cardiología.
Si tienes alguna duda de tu estado de salud, te sugerimos visitar a un especialista en nuestro directorio médico MyDoc.Mx
Referencias:
- Durazzo, A., Lombardi-Boccia, G., Santini, A., & Lucarini, M. (2021). Sodium Intake and Related Diseases 2.0. International journal of molecular sciences, 23(1), 170. https://doi.org/10.3390/ijms23010170
- Fernández-Llama, P., & Calero, F. (2018). ¿Cómo influye el consumo de sal en la presión arterial? Mecanismos etiopatogénicos asociados. Hipertensión y Riesgo Vascular, 35(3), 130-135. https://doi.org/10.1016/j.hipert.2017.11.005
- Robinson, A. T., Edwards, D. G., & Farquhar, W. B. (2019). The Influence of Dietary Salt Beyond Blood Pressure. Current hypertension reports, 21(6), 42. https://doi.org/10.1007/s11906-019-0948-5
- Organización Mundial de la Salud (2012). Guideline: sodium intake for adults and children. Disponible en: https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/77985/9789241504836_eng.pdf